Que verdadero placer poder arrancar el curso en esta situación tan delicada. Nuestro deporte, acostumbrado a la seguridad: la ropa diseñada para protegernos, la careta, el guante, hasta la hoja de la espada, nos sitúa como unos deportistas privilegiados ante las lesiones gracias a nuestros asaltos en los que la ausencia de contacto físico colabora a sentirnos más seguros que en ningún otro.
Todo ello envuelto en una realidad donde el respeto al rival y la nobleza con nuestros contrincantes nos diferencia ante cualquier otra imagen que vemos cada día en todos los medios de comunicación.
La crisis de la COVID19, como a tantos otros nos ha obligado a evolucionar y a adaptarnos a las nuevas normas: nuestro célebre saludo final dándonos la mano, se ha simplificado y ahora repetimos el saludo inicial con la espada, desde las distancias de guardia respectivas y como muestra de respeto y de camaradería, podemos chocarnos las hojas de la espada o incluso la cazoleta cumpliendo siempre con la distancia de seguridad marcada en todos los protocolos de la ESGRIMA.

Los entrenamientos igualmente se adaptan a las nuevas distancias interpersonales y a los usos de los materiales. Cada esgrimista desinfecta con el gel hidroalcólico los materiales comunes como los enchufes de los rulos que nos conectan con el sistema eléctrico que registra con luces cada tocado.
La mascarilla presente siempre, salvo las contadas excepciones en las que la distancia puede ser grande, nos ayuda a protegernos a nosotros y a nuestras familias y amigos. No nos olvidamos de los demás, recordando con cada lavado de manos o desinfección de material, que cualquiera puede contagiarse fuera de la sala, pero de nosotros depende cuidar a los que nos rodean.
Los esgrimistas somos expertos en distancias, en protección y en seguridad, usamos máscaras, guantes… y no te acerques demasiado porque… ¡touché!
¡LA ESGRIMA, DEPORTE SEGURO!
Esta semana, promocionaremos en Parquesol, las clases para la nueva temporada en el pabellón Lalo García.
Martes y jueves desde las 16 a las 22h, grupos reducidos para todas las edades.
Responsabilidad y protección desde el primer momento.
