Pasar el rato con un poquito de ESGRIMA en CASA.

Ante esta situación tan excepcional que nos ha tocado vivir, queremos transmitiros todo nuestro apoyo, esperando que en las largas horas de convivencia queráis dedicarle un momentito a la esgrima.
Por si alguien de los más jóvenes se anima a ejercer de PROFE, recordaros algún detallito para que insistáis a vuestro improvisado alumnado.

La GUARDIA es la posición básica, con los pies en ángulo recto (90º) y el pie del brazo armado mirando hacia el rival. En ese ángulo los talones ejercen de vértice del ángulo.
Una vez conseguida la primera posición con los pies en ángulo recto, separamos los pies con una distancia entre talones de pie y medio (o dos pies).
Nos dejamos caer flexionando las dos piernas hacia abajo repartiendo el peso por igual entre las dos piernas, con la espalda recta y las rodillas también en ángulo recto.
El brazo armado flexionado (y relajado) con el codo ligeramente separado del cuerpo: brazo y antebrazo en un ángulo aproximado de 150º (más
matemáticas) y la punta del arma (o del dedo, por si no tuvieses tu espadita) apuntando al pecho aproximadamente y formando una línea recta desde la uña hasta el codo, sin angulaciones ni ‘roturas’.
La mano y el antebrazo en la posición de 6ª alineada con el cuerpo (recuerda que si no te tocarán en el codo).
El brazo no armado, responsable de perfilar el cuerpo y esconder el hombro no armado, bien escondidito pegado al cuerpo, relajado y como digo yo, como si estuviese tocando la guitarra.
Una vez colocada la guardia, ya lo demás serían los desplazamientos: marchar, romper, salto adelante y atrás (los dos pies caen al suelo al mismo tiempo), doble paso adelante y atrás. El salto y fondo (se llama balestra) y el doble fondo (redoble) ya incluyen el ataque con el desplazamiento.
Siguiendo con el FONDO, insistiendo mucho en la salida primero con el brazo estirada, seguida del lanzamiento, vuelo y caída de la pierna del brazo armado (lógicamente) que se impulsa hacia delante gracias a la otra pierna retrasada que se flexiona como la cuerda de un arco para salir rápidamente hacia delante.

¿Qué hacemos con el brazo no armado en el fondo? Recordaremos que se abre y ayuda al perfil del cuerpo para que el hombro no armado quede escondido y nos volvamos muy pequeños, como el filo de un cuchillo.

Con todo esto que nos sirve de repaso, pasamos a describiros unos juegos y unas rutinas que os sirvan para poder trabajar en casa con lo que tengáis a mano y en espacios reducidos.

PELOTA COLGADA: Seguramente tengáis en casa alguna pelotita a la que poder golpear colgada de un cordel. Si no hay pelotita, nos valdrían unos calcetines en bola  o un trapo de cocina envuelto. También con papel de periódico y celo podría hacerse una bola interesante.
Si no tuviésemos nuestra espada, deberíamos buscar algo para sujetar en la mano y que nos hiciese de arma: una regla del cole, un palito, un lápiz, la punta del dedo… Podeis echarle imaginación.
La colgamos a la altura del pecho más o menos e igual que podemos hacer con los plastrones de la sala la golpeamos de estas formas diferentes, en series de 10 en 10. No te llevará mucho tiempo.
– Desde el sitio a pies quietos, en guardia, avanzamos el codo ligeramente y golpeamos de forma breve repetidas veces.
– Luego hacemos un romper y nos alejamos un poquito. Volvemos a golpear la pelotita, ahora estirando el brazo completamente hasta que hagamos impacto.
– Desde la misma distancia, volvemos a la guardia y golpeamos con un marchar y el brazo flexionado y relajado, adelantándolo levemente. Hay que hacer un romper para volver a la posición inicial.
– Hacemos otro pequeño romper, alejándonos otro poco y volvemos a ‘atacar’ la pelotita con el brazo estirado primero y el desplazamiento que necesitamos (inclinando el tronco hacia delante, ¿llegarás?), un marchar, por ejemplo. Hay que volver a la posición inicial, con los 2 romper con los que empezamos esta distancia.
– Esta misma distancia, te vale para golpear con fondo (saca el brazo primero).
– Si te sigues alejando de la pelotita, puedes seguir probando con un marchar y un fondo e incluso con el doble fondo.
Este juego de la pelotita, ayuda a la concentración y mejora la puntería si eres paciente y haces las cosas poco a poco.

PLASTRÓN: como hemos hecho tantas veces en la sala, necesitaríamos ahora un cojín, una manta doblada, unas toallas, para poder colocar en una posición un poco elevada y poder trabajar contra él. Ideal la espada si la tienes en casa (ojo, siempre con careta), pero si no la tuvieses, tendrías que improvisar algo para tocar con la punta. Ojo, que no se rompa.
Las mismas distancias y acciones que con la pelotita, te sirven ahora para el plastrón. Lo mismo, paciencia y a repetir otras series de 10 en 10 para cada distancia. Tú puedes. Ya llevarás así un ratito y habrás podido desfogarte y cambiar las rutinas de estar tanto tiempo sentados.

GUANTE/TRAPO DE COCINA/calcetines: ahora necesitas alguien que colabore contigo para hacerlo en pareja. Entre varios resulta entretenido.
Con uno en guardia, el otro se separa una distancia cortita y lanza el guante para que lo recoja con la mayor rapidez posible sin cambiar la posición.
Igual que con la pelotita o el plastrón, se puede hacer con varias distancias: primero en el sitio, sin desplazamiento, luego ya podeis moveros los dos. Con algunas variaciones, se puede trabajar la velocidad de reacción y veréis como trabaja el cerebro primero captando el estímulo y luego ordenando a la mano y piernas el trabajo de atrapar el guante.
– En primer lugar el lanzador dice – ¡YA! en el momento de lanzarlo (así trabajan la vista y el oído. El tacto con el agarre)
– Luego no digo nada y lanzo directamente (trabaja la vista y el tacto de nuevo al agarrar el objeto lanzado)
– En tercer lugar y algo más difícil, puedo cerrar los ojos o vendarlos y que el lanzador diga ya cuando lanza e intentar atrapar el trapo o una camiseta (algo más fácil que un guante) y hacer así trabajar el oído y el tacto.
– Para el olfato y el gusto no tenemos nada, hehehe. Bueno, para el gusto sí. Cada vez que acierte, una chuche de premio.

MONEDAS 1: un jueguecito para hacer con monedas. Colocado en guardia, con la palma de la mano hacia abajo, coloco una moneda en el dorso de la mano y la lanzo al aire yo mismo. Deberé atraparla sin que caiga al suelo, según la distancia con un desplazamiento o simplemente estirando el brazo.
Parece muy fácil, ¿verdad? Pues se puede complicar un poco poniendo dos monedas ahora en el dorso de la mano, alineadas. Lanzo las dos al aire e intento atraparlas sin que caigan al suelo. Una, dos! Olé! Lo has conseguido?
Prueba con TRES. Je, je.

MONEDA 2. ¿Que quieres mejorar tu fondo? Pues puedes probar con una moneda como hemos hecho alguna vez en la sala.
Puesto en guardia, pongo la moneda debajo del talón (ojo, que no sea de un céntimo, algo más grande, je, je). Afina bien, porque al salir del fondo con la pierna adelantada, levanto la punta y lanzo el pie arrastrando la moneda con el talón.
A ver que lejos puedes lanzarla. Puedes hacer una competi con la persona que esté colaborando contigo o si tienes que hacerlo en solitario, coloca en el suelo una caja a modo de portería e intenta marcar goles metiendo la moneda dentro.
En este juego es muy importante que uses bien la pierna de atrás, para lanzar con potencia el fondo. Busca la potencia con la flexión de la rodilla estirándola de la forma más explosiva que puedas. Y a marcar goles o llegar muy lejos.

PELOTITAS: seguro que tienes en casa alguna pelota de tenis o alguna pequeña que puedas agarrar con la mano y que bote.
Pues la propuesta ahora es trabajar los desplazamientos con la pelotita de varias maneras:
– Por el pasillo o el espacio más adecuado que tenga, voy marchando y botando la pelotita en el suelo, intentando que no se caiga. También puedo hacerlo rompiendo.
– Igualmente pero sin botar la pelotita, ahora la voy lanzando al aire y la recojo mientras me voy desplazando.
En los dos casos anteriores si le doy algo de vuelo hacia delante a la pelota, con bote o sin bote, puedo hacer un fondo para atraparla.
– Si la pelota es suavecita y está limpia y tienes una pared disponible, puedes lanzarla contra la pared y recogerla con fondo o con marchar sin que caiga al suelo, dejándola dar un bote o 2…
– Lánzala ahora contra el suelo con fuerza para que vaya contra la pared y rebote hacia arriba y puedas recogerla de un modo diferente con marchar, con marchar romper, con fondo, con doble paso…
Igual que en casos anteriores puedes ponerte un número de repeticiones o estar un tiempo haciéndolo según vayas animándote. Si tienes alguien con quien jugar, invéntate una competición y una penalización para quien pierda.

Te dejo mi correo-e y mi teléfono por si quieres ponerte en contacto conmigo o mandar un wasap. Ya sabes que no voy a ir a ninguna parte.
#YOMEQUEDOENCASA
xose.pineiro.edu@gmail.com
677567760
Si apetece grabarlo en video y nos lo mandas, iremos poniendo cositas en las redes sociales para que vean como va todo nuestros amigos.

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