Comunicado: Moncho Alarcia se retira de la esgrima de competición y de alto nivel.

Estimados socios, amigos y colaboradores del Valladolid Club de Esgrima.

Me dirijo a vosotros para comunicaros mi retirada oficial de la Esgrima de Competición y de Alto Nivel a partir de este momento.

Queda muy lejos, octubre de 1987, cuando comencé a dar los primeros cursos de iniciación de esgrima, por medio de la F.M.D. Así comenzó la esgrima en Valladolid y mi viaje, pasando nada más y nada menos que 33 años. 33 años en los que ha habido un poco de todo: alegrías, tristezas, luces, sombras, cansancio, sufrimiento, insomnio, agobio, felicidad, ilusión, desilusiones personales, grandes amigos,…

Extraordinaria foto de Moncho por Óscar Arribas

La Esgrima me ha dado mucho, muchísimo, y también me ha quitado mucho, sobre todo a mi familia, mi mujer y mis hijos, que gracias a su generosidad, me han permitido e incluso acompañado, en el desarrollo de este largo camino.
Viajes, ciudades, coches, furgonetas (creo que solo me ha faltado el barco), muchas experiencias y mucho contacto personal, que han conseguido superar la relación deportiva para forjar amistades maravillosas que, espero, continúen en el tiempo.
Un camino de continuo aprendizaje, reflexión, trabajo ingente, errores, preguntas sin respuesta, dudas, determinación y una entrega absoluta y sin reservas a mi club: el Valladolid Club de Esgrima.
Por él, he hecho cosas que nunca hubiera pensado, ni imaginado y le he entregado creo, parte de lo mejor de mi mismo; sin horarios, con mi cabeza siempre dando vueltas para conseguir lo mejor para el club: Mi Club.

Quiero hacer una mención especial a todos los alumnos que me han acompañado en este larguísimo camino y que me han forjado como entrenador.
Sin ellos, no habría sido posible llegar a las altas cotas donde creo que he llegado en la Esgrima de Competición.
Sin ellos, un Maestro de Esgrima no es nada; con ellos, todo cobra su especial sentido y uno se siente satisfecho de los pasitos adelante que ha ido dando día a día, hasta llegar a la satisfacción por el trabajo desarrollado.

En el 30 aniversario, emocionándonos a todos.

No me puedo olvidar tampoco de todas las familias que han creído en mi, a veces deseando estrangularme, y me han permitido enseñar a sus hijos el Noble Arte de la Esgrima y que siempre
han colaborado con mi tarea.

Y llegamos al final.
Aquello que comenzó en un camino con mis compañeros y mi mujer, Isabel, lleno de ilusiones y esperanzas, terminó saltando hecho añicos hace poco.
Por eso los últimos años han sido muy duros a nivel personal y profesional en el VCE.
Todo ese período me hizo un daño especial, del que creo que no conseguí recuperarme y que me dejó vacío.

Esos años, con el club al borde de la desaparición, arrasaron la poca energía que me quedaba: así que estoy vacío, ORGULLOSO, pero vacío.
Ya no soy capaz de dar nada más en ese mundo tan duro de la competición y por eso ha llegado el momento de que la responsabilidad de los resultados recaiga sobre otros, con más fuerza, energía e ilusión, para seguir llevando al VCE a lo más alto.

Seguiré en el club con otras labores, si así lo quieren los que dirijan la nave, siempre estaré disponible para esa otra “vida” que es para mí el VALLADOLID CLUB DE ESGRIMA.

Un abrazo a todos y SUERTE

Leoncio (Moncho) Alarcia González.

Isabel, compañera de mil y una batallas de Moncho.
Publicado en Noticias.

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