Un duelo de GUILLES con lápiz y papel o más actual con teclas de por medio. Una vez nuestra chavalada, colaborando durante este confinamiento, nos ayudan a conocer un poco más a algunos de los personajes de este VCE que tanto añoramos estos días. El escogido en esta ocasión: GUILLERMO NIETO.

1- (Guille Frutos) ¿Cuándo empezaste a hacer deporte?
(Guille Nieto) Como tal, me apunté a deportes escolares en el colegio. Concretamente empecé jugando al baloncesto en tercero de primaria; me gustaba mucho, la verdad, y honestamente no era malo. Eso sí, me pides ahora meter una canasta… Si toco el tablero ya es un logro.
2- ¿Cuándo te decantaste por la esgrima? Es decir, que sabías que ese era tu deporte.
El tema “espadas” me venía gustando desde que tengo memoria. De crío me encantaba disfrazarme, y un atuendo al que recurría mucho era de pirata. No había noche que no durmiera con la espada bajo la almohada, haciendo guardia. Al poco, llegarían las películas de “El Zorro”, de Antonio Banderas, los dibujos de Dartacán, la versión de Disney de los Tres Mosqueteros… Siempre me llamó mucho la atención. Por suerte, mi madre tenía amistad con Juanra, maestro del club, y empezó todo con un “oye, pues que pruebe alguna semana”; y fui a probar una semana. La semana se convirtió en trimestre, el trimestre en curso entero…
Me acuerdo de que esto fue cuando estaba en 4º de Primaria, que compaginaba esgrima con baloncesto. Iba de 16.30 a 18.30 al cole y luego corriendo, llegando justo (por no decir tarde) hasta las 20 h. entrenando esgrima. Y aquí estamos.

3- ¿Qué se siente al haber pertenecido al grupo de los 4 mosqueteros del VCE?
Pues ya pensar que la cantera de tu club lo toma como una especie de “Dream Team” dice mucho. La verdad es que me siento muy orgulloso de que ese equipo de mosqueteros se formase; somos todos muy amigos, hemos crecido juntos, entrenado semanas enteras, realizado viajes lejanos, nos hemos picado entre los cuatro, nos hemos motivado, nos hemos apoyado todos juntos (tanto dentro como fuera del mundo de la esgrima)…
El palmarés está muy bien, no lo voy a negar. Creo que no ha habido año en el que este grupo no fuésemos el equipo por batir por los rivales, pero detrás de los resultados y las medallas están esos otros detalles que el público no aprecia del todo, pero que son la base de todo éxito que hayamos podido cosechar.

4- ¿Cuáles han sido tus mejores resultados?
Pues el primero que se me viene a la cabeza fue en una Copa del Mundo Junior en Helsinki, en la cual quedé 21º. A la práctica, un tablón de 32 no es tanto, pero el evento fue muy multitudinario, había mucho nivel, batí a unos cuantos rivales que tenían mejores números que yo en todo…
También me acuerdo de la primera medalla que gané. Fue en un regional, en categoría de M-10. Acababa de cumplir 10 años, apenas llevaba haciendo esgrima tres meses y me apunté a la primera competi, sin saber muy bien dónde me metía. Acabé haciéndome con el oro, y remontando la final; era a 10 tocados, e iba perdiendo 6 a 9.
También recuerdo mis dos oros en critériums, que es poca cosa salvo para un chiquillo de 11 años, que parece haber ganado los Juegos Olímpicos. Entre torneos y campeonatos de España, está el oro en el Cto. Cadete, por equipos en el Cto. Infantil, un bronce individual en el Cto. Junior, platas por equipos en cadetes y juniors (más platas de las que me gustaría poder contar), haber sido convocado tres años seguidos por la selección para ir a los Europeos, haber podido ir a unos Mediterráneos… Son cosas de las que me enorgullezco de haber logrado y que guardo en mi memoria con cariño.

(*) NdelT. Aunque no lo cuente, también ha hecho sus pinitos con el sable, consiguiendo en su primera participación regional M20 una medalla PLATA que dice mucho de sus condiciones esgrimísticas.
5- ¿Cuál es tu movimiento favorito?
Posiblemente el de levantar el edredón de la cama y arroparme agotado después de una larga competición. ¡Es broma!
La verdad, no sé responder con seguridad. Lo que sí se es que me gusta “jugar” con el rival todo lo que pueda. Creo que mi estilo de asalto es el de esperar a ver qué hace el rival, e intentar aprovechar su puntos flacos. Normalmente, cuando me quedo sin ideas y no veo acciones reales de asalto (que suele ser muchas veces), opto por ir a la sorpresa. Al estar casi todo el rato esperando a que el rival actúe, casi nadie espera una acción ofensiva mía “porque sí”. Suelo salir en tiempo, cogiendo la hoja del rival con toma de sexta. La respuesta habitual que suele hacer la gente es devolverte el hierro, también por sexta, acción que aprovecho para librar por debajo de su hoja mientras voy hacia el adversario.

6- ¿Qué opinas sobre el VCE?
La verdad es que tiene mucho mérito. Primero, porque no es fácil mantener un club deportivo funcionando durante más de 30 años, ofreciendo siempre un nivel más que considerable, y más siendo ese deporte la esgrima, que sabemos que es difícil de promocionar y de patrocinar.
También es una realidad que, dentro del panorama nacional, es un club más o menos modesto, que se ha visto obligado a cambiar más de una vez de centro de entrenamiento, que ha sufrido el rechazo de los principales apoyos económicos más de una vez… Y, sin embargo, se trata de un club que más de una vez ha sido reconocido por varios órganos y autoridades como un club deportivo destacado, de renombre, de élite. El club, dentro de esa modestia, ha llegado a defender la bandera de la ciudad e incluso la nacional en Campeonatos del Mundo, de Europa, en Juegos del Mediterráneo, Campeonatos de España, hay trazos olímpicos… Si bien hay que ser realista de las “limitaciones” (por llamarlo de alguna manera) del club, también hay que reflejar los obstáculos que ha solventado, y los logros que ha adquirido, que son muchos y muy buenos.
7- ¿Cuál ha sido tu mejor año?
Boffff… Mirando a lo individual, me veo casi obligado a señalar 2015. Ese año empezamos a salir de España, a competir en torneos internacionales de importancia y a intentar batirnos contra los mejores de Europa. También fue especial ese año porque el VCE, en el Campeonato de España Cadete realizado en Onda (Castellón), de ocho medallas posibles que podría conseguir en espada masculina y femenina, se hizo con seis; pero siendo un poco egoísta, ese hito lo recuerdo con especial cariño porque me hice con el oro de aquella competición. Ese torneo no me fue nada fácil; casi pincho en las poules (gané los asaltos justos para poder pasar a las directas), pero logré enfriar la mente y escalar a lo más alto. Lo único que siento es que tuve que enfrentarme a mi colega y amigo Noé para subir al primer cajón; fue un asalto muy divertido, la verdad, y por suerte, la fortuna me sonrió a mí.
8- ¿Qué valores ha desarrollado la esgrima en tu persona?
Creo que el deporte en general, bien practicado, es algo muy beneficioso para la persona, no sólo para lo físico, sino también para la cabeza. Obviando todo el bienestar y salud corporal que te regala el practicar deporte (la resistencia, los reflejos, la flexibilidad…), la esgrima en particular puede enseñarle a uno a controlarse. Te obliga a pensar; el tener ver y estudiar un asalto, plantear una estrategia, analizar pros y contras… Te obliga a calmar los nervios y a tener el mayor temple posible, pero, sobre todo, te obliga a ser disciplinado y constante, a aceptar nuevos retos, a admitir las derrotas y los fallos, a ser correcto al ganar y educado con los rivales, te obliga a reinventarte cuando todo va mal, y a superarte a ti mismo cuando todo va bien.
9- ¿Cómo ves el futuro del VCE?
Es muy incierto; pero es la misma pregunta que diría si me preguntas sobre el futuro de cualquier cosa. Ha quedado claro que el VCE es un club con historia, que ha tenido épocas doradas y ha sabido solventar las dificultades que se le han puesto por delante; pero una cosa es el pasado y otra cosa es el futuro.
Tenemos una cantera más que competente y que puede darle al club otro grupo de “Cuatro Mosqueteros”, y también estamos en muy buenas manos con respecto a la gente que dirige y entrena a los tiradores del club. Pero todo en esta vida se debe conseguir con cuatro pilares claves e inevitables: entrega, trabajo duro y esfuerzo, mucha paciencia, y, sobre todo, con mucha ilusión.





