El CLUB DUMAS. Los Junior subcampeones de España, en El Diario de Valladolid

El club Dumas por Guillermo Sanz (El Diario de Valladolid-El Mundo). Todo Deporte


Los ‘mosqueteros’ Noe Bermejo, Guillermo Nieto, Daniel Alarcia y Fernando Nogués ponen el broche de plata a una generación irrepetible para la espada con el segundo puesto en el Campeonato de España Júnior

Las espadas del futuro no tendrán un filo de luz de colores como en las películas de ciencia ficción. Se forjarán de metal y sujetando su empuñadura estarán los mosqueteros vallisoletanos, que pusieron el broche de plata a una generación de oro que separa sus caminos dejando sus huellas bien marcadas en el club.

Noé Bermejo, Guillermo Nieto, Daniel Alarcia y Fernando Nogués firmaron una sinfonía inconclusa. Los tiradores del Valladolid Club de Esgrima competían en la Sala de Esgrima de Galapagar por última vez juntos antes de que Nieto y Alarcia pasen a la categoría sénior y el sueño de firmar con pluma de oro se esfumó por el camino. Un meritorio botín como es un subcampeonato de España de categoría júnior se quedó en un bocado agridulce, como confiesa el maestro Moncho Alarcia: «Estamos ligeramente disgustados, porque éramos favoritos para el oro, tanto en individuales como por equipos, pero la presión nos ahogó mucho y eso se notó. Nunca les había visto así a los tres al tiempo», lamenta.

Los cuatro mosqueteros del Valladolid Club de Esgrima entraron por la puerta grande a la cita nacional, en la que se enfrentan los 28 mejores espadachines de cada arma, venciendo por 20 puntos las semifinales y por 12 la final, con una «superioridad apabullante», como asegura Moncho Alarcia. En Galapagar los esgrimistas se autoexigieron el oro y eso fue una losa que pesó demasiado.
No obstante, meter el arma en una funda de plata es digno de aplauso; un premio al trabajo realizado por este particular ‘club Dumas’ desde que eran unos niños atraídos por la magia de la esgrima cuando ésta entró como exhibición en las aulas de sus colegios. Desde entonces se comenzó a tejer los mimbres de una generación de oro. Para muestra, aquel Campeonato de España cadete en el que Nieto fue campeón y en el podio le acompañaron Bermejo (2º) y Alarcia (3º).

«Empezaron jóvenes y el trabajo fue y es bueno», sintetiza su maestro para justificar los éxitos del equipo. Sin embargo, Alarcia pone un pero a sus alumnos más aventajados: «A esta generación le ha faltado un campeonato de España», lamenta (ya en cadetes firmaron un segundo puesto). «Siempre te quedas con la sensación de que el trabajo ha sido muy bueno, pero al final no tienen la recompensa que se merecen. Yo me fui con un sabor de boca agridulce, porque era su última oportunidad de haber puesto un broche de oro. Te deja un poco triste», confiesa.

La lectura va más allá de la sala de armas. Cuando se mira al horizonte, el Valladolid Club de Esgrima ve un futuro pintado sobre un lienzo ilusionante. Todos ellos, a pesar de su juventud, forman parte del equipo de Liga Oro y eso es una buena noticia. Además, por detrás vienen generaciones con el arma en la mano y dispuestas a usarlas. «La espada masculina tiene futuro. Además, viene un equipo cadete muy centrado. Hay relevo», celebra el maestro de esgrima. No obstante, los más jóvenes aún tienen que madurar para cubrir la alargada sombra que dejan Guillermo Nieto y Daniel Alarcia. «Bajará un poco el nivel, porque los chicos que vienen ahora tienen calidad, pero no tanto como los dos que se van, pero si trabajan lo suficiente pueden estar ahí. Todo depende del trabajo, pero hay material», confiesa Moncho Alarcia.

El maestro de armas disecciona a los cuatro fantásticos del club.

Guillermo Nieto: «Es grande, bueno y con unas condiciones espectaculares. Será un gran tirador si se centra»;

Noé Bermejo: «Es el tirador más completo de todos. Es el que tiene condiciones para llegar más lejos. Es el más estable y ambicioso. Tendrá el futuro que él quiera».

De Daniel Alarcia destaca que: ‘Sus condiciones físicas le ponen en aprietos. Mide 1,66, pero tiene el mérito de enfrentarse a gente que le saca 10 centímetros. Si sigue, puede ser un esgrimista fantástico».

Mientras que define a Fernando Nogués como «el pegamento del equipo. Hace que todo esté más relajado. Es imprescindible».

El fantástico artículo en digital: El CLUB DUMAS

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